¿Qué es Biorresonancia BICOM®?
La biorresonancia BICOM es un procedimiento especial de diagnóstico y tratamiento con el cual se ha abierto una nueva vía de avance en la medicina.
Las bases de la biorresonancia descansan en los conocimientos más actuales de la biofísica, que han conducido en otros campos a insospechados desarrollos técnicos, los cuales, desafortunadamente, han sido desatendidos hasta la fecha por la medicina convencional. Sin embargo, estos conocimientos han venido siendo aplicados con éxito desde hace muchos años en la terapia de biorresonancia.
Con el dispositivo BICOM pueden determinarse en numerosos casos las causas verdaderas, con frecuencia encubiertas, de las enfermedades.
La sesión con biorresonancia es indolora y no se conoce ningún efecto secundario nocivo.
Trasfondo de las enfermedades crónicas
Vivimos con gran bienestar pero...
Vivimos con gran bienestar pero...
En la actualidad vivimos en un mundo de gran bienestar. Numerosos aparatos técnicos, medios de transporte y comunicaciones increíblemente rápidos, un incalculable número de sustancias químicas y gran cantidad de alimentos preparados facilitan nuestra vida diaria. Ahora bien, de todo esto disfrutamos enormemente, pero cada vez son más las personas que pagan un precio alto por ello.
Sobre el ser humano de hoy en día actúan numerosas cargas: aditivos químicos en los alimentos y en el agua potable, sustancias tóxicas medioambientales, exposición a radiaciones, innumerables sustancias químicas, el empleo de medicamentos en la ganadería, etc.
Estas cargas llevan a "colmar el vaso" de muchos pacientes. Esto se manifiesta en forma de trastornos imprecisos en el estado de ánimo, cansancio crónico e incluso trastornos físicos graves.
Resulta interesante indicar que en pacientes con el mismo cuadro clínico se pueden establecer causas totalmente diferentes en la mayoría de los casos. Por desgracia, a menudo no es posible averiguar las causas diferentes e individuales con los métodos tradicionales.
Las cargas graves, múltiples o prolongadas pueden exigir demasiado la capacidad de autocuración del cuerpo.
Como principio general debe decirse que el cuerpo dispone de un gran poder de autocuración. El cuerpo posee un extraordinario sistema de regulación con cuya ayuda pueden equilibrarse una y otra vez las influencias de carácter excepcional que actúan sobre el cuerpo.
No obstante, cuando sobre el cuerpo repercuten cargas excesivas o demasiado graves por un espacio de tiempo prolongado, esto puede inhibir o incluso bloquear por completo tanto la capacidad de regulación como el poder de autocuración.
Importantes descubrimientos técnicos llevaron a desarrollos insospechados y ahora también hacen su entrada en la medicina
Hoy en día recibimos imágenes a través del aire y podemos hablar con personas que están a miles de kilómetros de distancia. Pero también en otros campos observamos un desarrollo técnico vertiginoso. Los conocimientos procedentes de los campos de la biofísica y de la mecánica cuántica han abierto posibilidades insospechadas y conducido a enormes desarrollos técnicos.
Por desgracia, en el campo de la medicina convencional han sido desatendidos hasta la fecha estos descubrimientos, si bien constituyen la base del tratamiento de biorresonancia.
Toda forma de materia está compuesta por energía y además irradia esta energía
La materia es energía comprimida que irradia energía.
Toda sustancia, al igual que toda célula y cualquier parte del cuerpo, pero también virus, bacterias, polen, etc., también irradian energía y poseen, por tanto, una longitud de onda o frecuencia muy determinada y típica con una característica totalmente individual. Esta recibe el nombre de patrón de frecuencia.
Las células se comunican entre sí
Vivimos en la era de la información y las comunicaciones y ya es hora de tener claro el hecho de que el cuerpo sólo puede funcionar y regularse porque en él tiene lugar una comunicación y, por consiguiente, un intercambio de información entre las células. Entretanto se ha demostrado que las células se comunican entre sí mediante “destellos”. Las células intercambian información a través de determinadas frecuencias.
En un cuerpo sano, este intercambio de información funciona libre de impedimentos. De este modo, cada célula y cada parte del cuerpo puede cumplir su cometido.
Las influencias o las sustancias nocivas pueden impedir la comunicación entre las células
Cuando en el cuerpo intervienen sustancias dañinas (sustancias tóxicas, virus, bacterias, etc.) o radiaciones nocivas, sus patrones de frecuencia interferentes pueden impedir la comunicación entre las células.
Los trastornos en la comunicación celular pueden tener
como consecuencia alteraciones orgánicas (físicas)
Si se altera la comunicación entre las células, se impide de manera evidente el trabajo de las mismas, lo cual se puede manifestar con mayor o menor rapidez en primer lugar con trastornos indefinidos del estado de ánimo, falta de rendimiento, cansancio crónico y posteriormente también con alteraciones orgánicas y los síntomas correspondientes.Los síntomas suelen aparecer allí donde ya exista una deficiencia, en muchos casos condicionada por la herencia.
Diagnóstico mediante biorresonancia BICOM
Las cargas se pueden detectar de forma individual y precisa
Con el dispositivo BICOM se pueden registrar los patrones típicos de frecuencia de las sustancias y establecer su efecto sobre el organismo del paciente. Esto se realiza con gran rapidez y es absolutamente indoloro. De este modo se pueden determinar en numerosos casos las cargas que hacen que un paciente enferme (p. ej., bacterias, virus, contaminación eléctrica, materiales odontológicos, alérgenos, etc.).
Método de Biorresonancia BICOM
Se registran los patrones de frecuencia interferentes y se transforman en patrones de frecuencia terapéutica
En la medicina las vibraciones armónicas se llaman vibraciones fisiológicas, porque son emitidas por órganos sanos, que funcionan. Pero también nos informan sobre la existencia de una fuerza sana de autocuración del propio organismo. Las vibraciones disarmónicas se llaman vibraciones patógenas o patológicas, según se trate de vibraciones que enferman (p. ej. amalgama), o de vibraciones enfermas (p. ej. de un riñón enfermo).
La Biorresonancia BICOM trabaja con las vibraciones del propio paciente y de las sustancias.
Su principio básico en la práctica es la anulación de la bioinformación patológica acumulada en el organismo. Es un método terapéutico que supera en precisión a casi todas las demás terapias. Dado que todas las enfermedades se manifiestan con la presencia de vibraciones disarmónicas, se puede emplear la Biorresonancia BICOM en casi todos los casos con perspectivas de éxito.
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La autorregulación del organismo se vuelve a poner en marcha.
Las sesiones de Biorresonancia con BICOM son cómodas, indoloras sin efectos secundarios y contraindicaciones ya que trabaja con la propia información del cuerpo.
De este modo suele ponerse en marcha de nuevo la autorregulación. La capacidad de autocuración puede volver a activarse.
De esta forma, pueden reducirse los patrones de frecuencia nocivos y eliminarse los trastornos fundamentales del organismo. La comunicación entre las células funciona con más libertad y las sustancias nocivas son liberadas y eliminadas.
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La autorregulación del organismo se vuelve a poner en marcha.
Desarrollo del Método de Biorresonancia
1. Diagnóstico
Mediante un procedimiento de diagnóstico especial e indoloro, el terapeuta descubre si existen intolerancias, si ciertos órganos presentan deficiencias o si hay sustancias tóxicas que repercuten negativamente en el organismo, etc. De este modo, en numerosos casos se pueden averiguar rápidamente
las causas frecuentemente encubiertas que originan molestias.
2. Tratamiento
Mediante el diagnóstico, el terapeuta conoce cuales son las cargas que el organismo peor asimila y, por tanto, hacen necesario el trata- miento. En la mayoría de los casos, se crea un plan individual de tratamiento y se discuten las posibles medidas adicionales a adoptar.
En la sesión BICOM se colocan los electrodos y el paciente puede estar relajado tanto sentado como tumbado. Una sesión suele durar entre cinco y treinta minutos. Eltratamiento resulta agradable y es completamente indolora.
El objetivo es reducir las influencias patológicas con el fin de volver a poner en marcha la capacidad de autocuración del organismo.
El número de sesiones depende de diferentes factores. Le rogamos que informe a su terapeuta sobre cualquier cambio en su estado.